Hablar de tendencias en el diseño de interiores y en la elección de materiales para superficies implica adentrarse en un mundo lleno de opciones y preferencias personales. En los últimos años, la popularidad del cuarzo Calacatta y el mármol ha dado lugar a muchas discusiones. En mi opinión, el cuarzo Calacatta está ganando terreno, especialmente cuando se considera la combinación de estética, durabilidad y practicidad.
El mármol ha sido durante siglos sinónimo de lujo y elegancia. No hay duda de que su acabado natural y su belleza intrínseca han adornado palacios y monumentos. En la actualidad, el precio del mármol puede oscilar entre 100 y 250 euros por metro cuadrado, dependiendo de la calidad y el origen, lo que lo hace una opción premium para muchos compradores. Sin embargo, su mantenimiento puede ser costoso debido a su porosidad y susceptibilidad a los arañazos y manchas.
Por otro lado, el cuarzo Calacatta ofrece una alternativa moderna. Este producto no solo imita las vetas distintivas del mármol natural, sino que también proporciona mayor durabilidad y resistencia a las manchas. Gracias a su composición, el cuarzo tiene una absorción de agua casi nula, y su precio varía entre 60 y 150 euros por metro cuadrado, lo cual es más asequible para quienes buscan un lujo accesible. En términos de rendimiento, el cuarzo Calacatta puede soportar más desgaste diario que el mármol.
Además, el proceso de producción del cuarzo permite personalizar colores y versiones, lo que resulta en una gama infinita de variedades. Esto ha atraído a diseñadores y arquitectos que buscan personalizar sus proyectos con un toque específico. Según un informe de la Asociación Nacional de Construcción y Diseño de Interiores, el uso de cuarzo en encimeras aumentó un 8% entre 2020 y 2023, mientras que el mármol solo creció un 2% durante el mismo período.
Empresas como Caesarstone y Silestone han contribuido significativamente a esta tendencia, promoviendo el cuarzo como un material moderno y versátil. Al hablar con profesionales del sector, muchos afirman que recomiendan cuarzo Calacatta debido a su facilidad de mantenimiento y su apariencia impecable. Además, al ser menos poroso, no requiere sellado, lo que significa un ahorro considerable en costos de mantenimiento a largo plazo.
He leído en varias ocasiones que el mármol todavía tiene un atractivo especial para los propietarios que valoran la autenticidad y la historia detrás de cada pieza. Sin embargo, la realidad actual es que vivemos en un mundo donde la eficiencia y la funcionalidad tienen un peso cada vez mayor. Ya no se trata solo de cómo se ve un material, sino de cómo se comporta a lo largo del tiempo.
Hablando de sostenibilidad, el cuarzo también tiene ventajas. Su producción, aunque consume energía, genera menos residuos y su durabilidad reduce la necesidad de reemplazo. Esto contrasta con el mármol, cuya extracción resulta en un impacto ambiental significativo debido a su proceso de extracción y transporte.
El avance del cuarzo no solo se debe a sus características técnicas, sino también a la evolución en las preferencias de los consumidores. Según un estudio reciente de Houzz, el 54% de las personas que renovaron sus cocinas en 2022 eligieron el cuarzo para sus encimeras, mientras que solo el 15% optó por el mármol. Esta diferencia es un claro indicador de hacia dónde se dirige el gusto popular en cuanto a interiores se refiere.
No es una sorpresa que el cuarzo calacatta haya ganado fama tan rápidamente. En un mundo acelerado donde el estilo debe ir acompañado de funcionalidad, el cuarzo ofrece una solución que satisface ambas necesidades. Aunque algunos puristas del diseño aún se inclinen por el mármol, yo creo que cada vez más personas verán en el cuarzo una opción más práctica. Con una vida útil superior a los 25 años y con requerimientos mínimos de mantenimiento, no es difícil entender por qué el cuarzo Calacatta está robando las miradas. Como alguien que ama el diseño y entiende las demandas del día a día, me parece que el cuarzo Calacatta continúa ganando adeptos, gracias a su capacidad para combinar belleza y sí, también practicidad.
Esta tendencia no significa que el mármol vaya a quedar obsoleto, sino que las opciones en el mercado se están democratizando. Al final del día, la elección entre cuarzo y mármol puede reducirse al contexto del proyecto y lo que el cliente valore más: tradición o innovación.